El Sistema Bancario a marzo de 2024: la situación en deterioro y los dólares en la mira

Introducción

A marzo del 2023, luego de revisar algunos números del sistema bancario concluía lo siguiente:

  1. La cartera ha crecido rápidamente en períodos post pandemia y, de haber sido demasiado optimista y haber reducido los estándares de otorgación crediticia, la banca se enfrentará a mayores impagos. Esto ya está ocurriendo y se magnifica toda vez que el crecimiento de la cartera está perdiendo dinamismo.
  2. La mora está en ascenso, tanto de la cartera en general como viendo específicamente la cartera reprogramada. En esta última, la mora está en torno al 8% y, si esperamos que se normalice a niveles pre pandemia, esta mora tenderá a duplicarse hasta llegar a niveles entre el 16% y el 18%.
  3. La reprogramación de la cartera no solamente tiene el efecto de “maquillar” los números de la mora, sino también el de reducir las previsiones, dejando aún más expuesto al sistema. Así, se observa que tanto en términos de previsiones como de patrimonio la mora está en ascenso, magnificado por el alto apalancamiento de las entidades financieras.
  4. La liquidez del sistema financiero ha recibido un fuerte shock, dados los acontecimientos macroeconómicos y, además, la intervención del Banco Fassil. Si bien el sistema ha podido absorberlo y campear la crisis, el problema de fondo está lejos de ser solucionado y no depende de la banca exclusivamente. Se debe monitorear con especial cuidado este riesgo que, a diferencia del riesgo de crédito, se puede materializar casi de forma inmediata.

En este reporte, luego de un año, se revisará la estructura y composición del balance del sistema bancario identificando los riesgos y oportunidades que presenta el sistema a partir de sus cuentas principales.

Estructura del Balance General

Para tener algo de perspectiva, en el gráfico siguiente se muestra la composición del Balance General del sistema bancario de forma resumida, comparando el primer trimestre del 2023 con el primer trimestre del 2024:

Algunas cuestiones saltan casi inmediatamente a la vista:

  1. Entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, el balance se ha expandido en solo USD 220 millones, lo que representa un crecimiento del 0.54%. Este crecimiento es bastante bajo y, para fines prácticos se puede decir que no ha habido crecimiento. Sin embargo, se debe recordar que en marzo de 2023 el sistema financiero experimentó la liquidación de uno de los bancos más grandes del país, con lo cual se puede decir que el sistema ha logrado absorber la caída de este banco y mantenerse estable.
  2. La liquidez del sistema financiero se ha incrementado como proporción del activo. Esto puede ser una respuesta óptima a la corrida bancaria hacia el Banco Fassil y a los problemas cambiarios que ha enfrentado el país en los últimos meses. Este tipo de incertidumbre económica suele llevar a los depositantes a retirar sus ahorros de los bancos y mantenerlos en efectivo, lo que explica el incremento de la liquidez como respuesta prudencial de las entidades. Esta decisión, sin embargo, no es gratuita, ya que la liquidez no genera tantos ingresos como la cartera que, en contrapartida, se ha reducido.
  3. El pasivo muestra un ligero cambio en la composición del fondeo hacia cajas de ahorro y cuentas corrientes que, por su naturaleza, son volátiles. Varias hipótesis pueden plantearse sobre este punto, tanto desde el punto de las entidades que, prefieren buscar fondeo más barato con el público en general o sus clientes corporativos o, desde el punto de vista del público, que prefiere mantener su dinero en cuentas de fácil acceso y no en depósitos a plazo, entre otros.
  4. El capital de las entidades financieras se ha mantenido estable, a pesar de la salida del Banco Fassil del sistema.

Finalmente, otra forma de ver el balance y que puede resultar ilustrativa es diferenciando la proporción de activos y pasivos en moneda nacional de los que se encuentran en moneda extranjera:

A simple vista, la banca ha sido prudente con el calce de monedas, manteniendo más activos en moneda extranjera que pasivos, lo que protege el patrimonio ante posibles devaluaciones del tipo de cambio. Sin embargo, se deben notar dos temas: el primero, que es más evidente, es que se ha reducido la proporción de activos y pasivos en moneda extranjera en más de USD 1.000 millones entre marzo de 2023 y marzo de 2024. El segundo, menos evidente, es que aún cuando contablemente las entidades financieras mantienen un calce de monedas adecuado, los activos en moneda extranjera han sido dados en garantía al Banco Central de Bolivia para obtener liquidez en moneda nacional y, por tanto, no están disponibles para ser devueltos a los depositantes. Esto lo podemos observar en la siguiente gráfica, donde solo se toman en cuenta los saldos en moneda extranjera:

Nótese que el grueso de los pasivos en moneda extranjera son obligaciones con el público (cajas de ahorro y cuentas corrientes) pero en contrapartida, los activos en moneda extranjera se clasifican como inversiones permanentes y disponibilidades. En el primer caso, se trata de inversiones en los fondos de garantía para el impulso a créditos de vivienda social y productivos mientras que en el segundo caso, se trata de dinero que las entidades tienen en sus cajas pero, también, que tienen encajado en el BCB para cumplir con la normativa de encaje legal.

Activos

Los activos de las entidades financieras son el dinero que mantiene en bóvedas y cajeros automáticos para las operaciones diarias, los préstamos que ha otorgado (cartera), las inversiones que ha realizado en instrumentos financieros, además del inmobiliario que necesita para operar. La parte más importante, sin embargo, es la cartera, pues es la parte que le reporta mayores ingresos a la entidad y, por tanto, de su correcta originación y gestión, dependen los resultados financieros de la misma.

Por otra parte, debido a la incertidumbre generada por la desaceleración económica y la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que amenazan a la estabilidad del régimen cambiario, además de la resolución del Banco Fassil, las entidades financieras han incrementado sus tenencias de efectivo, tanto en disponibilidades como inversiones de cortísimo plazo (inversiones temporarias) para hacer frente a posibles retiros masivos de depósitos. Por tanto, la gestión de la liquidez es un tema fundamental que se debe monitorear de cerca.

En el gráfico siguiente se muestra la evolución de los activos del sistema bancario desde el 2015. Se puede observar que el sistema casi se ha duplicado para el período señalado. Por otra parte, a la fecha no se ha podido absorber completamente la salida del Banco Fassil del sistema, toda vez que el activo se encuentra por debajo de los niveles de diciembre de 2022.

Finalmente, y como se verá a continuación con mayor detalle, en el último trimestre la cartera de créditos ha decrecido mientras que la liquidez de las entidades (disponibilidades más inversiones temporarias) han modificado ligeramente su estructura.

Disponibilidades

Como menciona el Manual de Cuentas para Entidades Financieras, las disponibilidades se definen como:

Representa el efectivo que mantiene la entidad en caja, los saldos a la vista en el Banco Central de Bolivia, en oficina matriz y sucursales del exterior, en bancos y corresponsales del país y del exterior; así como, la tenencia de metales preciosos. También representa la existencia de cheques, otros documentos mercantiles de cobro inmediato y órdenes electrónicas de pago pendientes de liquidación.

Se debe notar, y aunque su tratamiento está fuera del alcance de esta entrada, la normativa del encaje legal que establece el Banco Central de Bolivia (BCB) se aplica sobre los activos líquidos de las entidades financieras, por lo que éstas deben mantener (“encajar) un porcentaje de los depósitos que reciben en cuentas del BCB. Esta regulación, por tanto, obliga a las entidades financieras a mantener un nivel mínimo de activos líquidos en sus balances proporcionales a la cantidad de depósitos que reciben.

Composición

Como se observa en el gráfico a continuación, las disponibilidades del sistema se han mantenido relativamente estables y en torno a los USD 4.000 millones, de los cuales aproximadamente un 30% se han mantenido en efectivo con el objetivo de mantener la operativa diaria (retiros, cajeros automáticos, etc.)

Por moneda

Debido a la caída de las RIN antes mencionada, y como consecuencia, la escasez de divisa extranjera en la economía (cf aquí) se esperaría que las disponibilidades en moneda extranjera se hayan reducido. Sin embargo, como se observa en el gráfico a continuación, las disponibilidades en moneda extranjera se han mantenido relativamente estables en torno a los USD 900 millones, lo que sugiere que las entidades financieras han optado por mantener sus posiciones en moneda extranjera (posiblemente para cumplir con la normativa) en vez de satisfacer completamente la demanda del público por las mismas. Esto se observa en el gráfico a continuación:

Se debe notar que, aunque el promedio de las disponibilidades es de USD 900 millones para el período de estudio, solamente unos USD 300 se mantienen propiamente en las cajas y bóvedades de las entidades y el resto se encuentra en el BCB y parte en el exterior en forma de corresponsales.

Inversiones temporarias

De acuerdo al manual de cuentas para entidades financieras de la ASFI, las inversiones temporarias son aquellas:

inversiones en depósitos en otras “entidades de intermediación financiera”, depósitos en el Banco Central de Bolivia y los valores representativos de deuda adquiridos por la entidad; inversiones que han sido realizadas, conforme a su política de inversiones, con la intención de obtener una adecuada rentabilidad de sus excedentes temporales de liquidez y que puedan ser convertidas en disponibilidades en un plazo no mayor a treinta (30) días.

A continuación se revisan con mayor detalle:

Composición

En el gráfico siguiente se muestra la composición de las inversiones temporarias a diciembre de cada año desde el 2015:

Como se puede observar, las inversiones temporarias se han mantenido en un promedio de USD 4.200 millones, aproximadamente. Se observa que durante el 2023 se ha producido una mayor concentración de dichas inversiones en el BCB. Estas inversiones pueden ser “efectuadas en depósitos a plazo fijo, letras, bonos y otros títulos valores de deuda”.

Por moneda

Por otra parte, es interesante analizar las inversiones temporarias por tipo de moneda. En el gráfico siguiente se muestran dichas inversiones de manera diferenciada:

Nótese que, a lo largo del tiempo, las inversiones temporarias se han ido concentrando cada vez más en moneda nacional. Es particularmente interesante la caída de las operaciones restringidas en moneda extranjera que, desde el 2016 han pasado de ser la primer cuenta en importancia a una de las últimas.

Cartera

En esta sección se analizará el comportamiento de la cartera del sistema bancario boliviano. Se debe notar que la cartera es la fuente principal de los ingresos financieros y, sin duda, el principal activo de la banca boliviana.

Cartera por tipo de crédito

Una forma de analizar la cartera es por tipo de crédito:

Como se observa, la cartera del sistema bancario boliviano ha estado creciendo a lo largo del tiempo. En términos generales, el microcrédito y el crédito hipotecario, seguido del crédito empresarial, Pyme y consumo.

Crecimiento

Una primer pregunta es cómo ha sido el crecimiento de la cartera en los últimos años. Esto es importante en varios sentidos debido a que tanto el exceso de crecimiento como la falta del mismo pueden ser considerados como síntomas de otro tipo de problemas. Por un lado, un rápido crecimiento puede ser señal de una expansión crediticia que, si no es bien manejada, puede llevar a problemas de solvencia en el futuro. Por otro lado, un crecimiento lento puede ser señal de una contracción en la demada agregada que, a su vez, puede ser señal de problemas en la economía real.

En el gráfico siguiente, se observa el crecimiento interanual (mes actual respecto a igual mes del año anterior) de la cartera, exceptuando las previsiones y los cargos devengados por cobrar:

Lo que se observa es que la cartera ha crecido fuertemente el segundo quinquenio del 2010 y llegó a su máximo crecimiento aproximadamente en marzo de 2011, fecha en la cual el crecimiento perdió impulso y, aunque se mantuvo en tasas positivas y de dos dígitos, ha ido disminuyendo. Luego de la liquidación del Banco Fassil en marzo de 2023 el crecimiento de la cartera ha sido negativo.

Esto, aunque sugiere una desaceleración en la colocación de créditos, no necesariamente significa que a nivel individual los bancos están contrayendo la colocación. El problema es que, al salir el Banco Fassil a partir de inicios del 2023 el cálculo del crecimiento se realiza desde una base donde la entidad sí se contabilizaba en la cartera total. Por ello, se observa un salto en el crecimiento de la cartera total del sistema bancario en el gráfico anterior y luego tasas negativas, lo que refleja que el sistema bancario no ha podido compensar la salida de Fassil con el crecimiento de las otras entidades.

Esto se puede ver en el gráfico de crecimiento por entidad:

Mora

El índice de mora (o mora, como se la conoce coloquialmente) son todas las operaciones que tienen más de 30 días de incumplimiento en sus pagos como proporción del total de la cartera.

En el gráfico siguiente se muestra la evolución del índice de mora desde enero de 2003. Como se observa en la figura, el año 2003 la mora había alcanzado niveles máximos y en torno al 23% lo que, como se vio anteriormente, sería suficiente como para declarar insolvente al sistema bancario. Se debe recordar que el contexto de la crisis de los 2000 fue especialmente compleja para la economía boliviana.

Posterior a ello, sin embargo, la mora se ha mantenido bajo control. Es así que el 2007 se vuelve a tener una indicador de un dígito y al 2013 se alcanza el mínimo de 1.55%. Luego de ello la mora ha ido subiendo de forma sistemática pero controlada en torno al 1.8% hasta la pandemia, donde las medidas de refinanciación, prórroga y reprogramación del crédito hicieron que el indicador disminuya por decreto.

Finalmente, posterior a la pandemia la mora ha vuelvo a crecer y la tenencia es bastante positiva, lo que plantea retos para las entidades y para la regulación y supervisión del sistema financiero. Por ejemplo, si nos enfocamos en los datos a partir del 2013:

Así, si esta situación no se controla, podría generar problemas de solvencia en el sistema financiero. Adicionalmente, en un contexto de incertidumbre macroeconómica, un indicador elevado que señale que la solvencia de alguna(s) entidad(es) financiera(s) está en riesgo, podría generar una corrida bancaria. Nótese que, para que esto ocura, no se necesita que la entidad sea insolvente, sino que los depositantes creen que lo es. Por lo tanto, es importante que las autoridades financieras monitoreen de cerca este indicador y tomen las medidas necesarias para evitar que la situación se agrave.

Complementariamente, podemos ver la mora por tipo de crédito, lo que permite identificar problemas en subsegmentos de los deudores del sistema bancario:

Así, todos los tipos de crédito han aumentado su mora en los últimos años, siendo el crédito pyme el que más ha crecido, casi duplicando su índice de mora en los últimos dos años. Esto requiere especial atención por parte de las autoridades ya que, de continuar el deterioro de la situación macroeconómica, el impacto sobre las pymes podría ser significativo. Adicionalmente, tanto el crédito hipotecario y de consumo han mostrado un aumento en su morosidad, lo que podría ser un síntoma del deterioro en la capacidad de pago de las familias bolivianas.

Cartera reprogramada

La cartera reprogramada, más propensa a caer en impago, se mantiene en torno al 20% del total de la cartera y aunque algunas entidades han tratado de reducir la misma, otras han mantenido la política de reprogramaciones. Así, sigue siendo válido lo que indicaba el año pasado en otra entrada del blog, donde argumentaba que ”[…] en años pasados, una operación se reprogramaba cuando el titular indicaba que, por alguna razón quizás coyuntural, no iba a poder hacer frente al pago de sus obligaciones. Caso por caso, las entidades decidían si modificaban el plan de pagos original ya sea reduciendo tasas, alargando plazos o reduciendo la cuota para evitar que la operación se deteriore en el tiempo. Sin embargo, dado que el cliente actualmente no puede pagar hace más riesgoso que lo pueda hacer en el futuro.".

Inversiones permanentes

El Manual de Cuentras para Entidades Financieras establece que las inversiones permanentes:

Comprende los depósitos en entidades de intermediación financiera, depósitos en el Banco Central de Bolivia, valores representativos de deuda adquiridos por la entidad y certificados de deuda emitidos por el sector público no negociables en bolsa. Estas inversiones no son de fácil convertibilidad en disponibilidades o siendo de fácil liquidación, por decisión de la entidad y según su política de inversiones, se manifieste la intención de mantener la inversión por más de 30 días.

Composición

En el gráfico siguiente se observa la composición de dichas inversiones por tipo de cuenta:

Nótese que la mayor concentración se encuentra en la cuenta 167 que son las inversiones de disponibilidad restringida, que registra “inversiones en títulos valores emitidos por entidades nacionales o extranjeras […] que a la fecha de la información su disponibilidad esté restringida, debido a que sobre estos títulos se ha suscrito un contrato de venta con pacto de recompra, se los ha afectado al encaje adicional, se los ha dado en garantía […]”.

Esta cuenta es amplia y está compuesta por unas 25 diferentes subcuentas. Estas subcuentas hacen referencia a títulos valor mantenidos como repos, otros como encaje adicional, cedidos en garantía, con otras restricciones y el aporte a distintos fondos. En el siguiente gráfico, se muestra la información por finalidad del instrumento:

Donde se observa que la mayor parte de las inversiones permanente restringidas son las cuotas de participación en los distintos fondos para el fomento de la vivienda y crédito productivo, entre otros.

Por moneda

En las últimas semanas, y ante la disminución de las RIN del BCB y la falta de la divisa americana en la economía nacional, se ha generado un fuerte debate respecto a las causas de la misma. De acuerdo al BCB y la ASFI, la banca privada tendría dólares en sus cuentas, pero estaría aprovechándose de la situación para obtener mayores ingresos por comisiones en la venta de dólares1.

En el siguiente gráfico se puede observar que la mayor concentración de inversiones permanentes se encuentra denominada en moneda extrajera:

Pasivos

Los pasivos representan una fuente de financiamiento de las entidades financieras y es parte vital para su buen funcionamiento. Los pasivos son las obligaciones (deuda) que los bancos tienen con el público (los depósitos), con las empresas (cuentas corrientes) y, también, con inversores institucionales.

En los últimos meses ha habido bastante especulación respecto a la capacidad de los bancos para devolver el dinero al público con lo cual parte de los usuarios se han aproximado a las entidades a pedir sus fondos de vuelta. Esto ha planteado retos a las entidades, pues han tenido que buscar, en muy corto plazo, fondos para devolver a los ahorristas.

En el siguiente gráfico se observa la evolución del pasivo del sistema bacario con corte a cada diciembre desde el 2015 y, adicionalmente, se muestra el último trimestre de información disponible.

Nótese que, a partir de diciembre de 2023, se observa un incremento en la cuenta 280 reservada para las empresas públicas. Esto se debe a la reclasificación contable desde las AFPs hacia la Gestora Pública que administran los fondos de pensiones. Como es evidente, casi el 40% del fondeo de la banca se encuentra concentrado en una sola entidad, lo que plantea problemas en la gestión de la liquidez, toda vez que le otorga un poder de mercado significativo.

Por otra parte, descontandos los fondos previsionales del fondeo de la banca, se puede tener una idea más clara de como el ahorro de las familias y las empresas se han comportado en el tiempo.

Alternativamente, se puede reclasificar el pasivo removiendo la cuenta 280 y distribuyéndola entre el tipo de depósito:

Así, se puede inferir que los depósitos a plazo son la principal fuente de financiamiento de la banca, seguido por las cuentas de ahorro y las corrientes.

Crecimiento

¿Cómo han evolucionado los depósitos con el público? De forma general, las obligaciones han seguido creciendo comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, pero las tasas son decrecientes:

Este gráfico debe examinarse con cautela ya que, de la misma manera que en el caso de la cartera, luego de la liquidación del Banco Fassil, los datos de la base sobre la cual se calcula el crecimiento son mayores a los de los meses actuales, toda vez que la banca todavía no ha recuperado completamente el nivel de depósitos que tenía antes de la liquidación.

Viendo los datos de crecimiento interanual pero por entidad:

Depósitos por moneda

Otro dato importante es la proporción de los depósitos que están denominados en Moneda Extranjera (ME). La diferenciación entre monedas se puede observar en la gráfica siguiente:

Para analizar el gráfico se debe tener presente la reclasificación contable de las AFPs hacia la Gestora. Es así que hasta diciembre de 2022, los depósitos incluían las cuentas de las AFPs y luego de esa fecha es posible aislarlos. Lo realmente importante es que la totalidad de depósitos del público en moneda extranjera que se encuentran en posesión de la banca privada hacendía a USD 2.344 millones en marzo de 2024, de los cuales el 44% corresponden a cajas de ahorro y el 33% a depósitos a la vista. En el caso de los depósitos a plazo, el 23% de los USD 2.344 millones se encuentran en moneda extranjera.

Conclusión

No mucho ha cambiado en el sistema bancario boliviano en el último año aunque muchos riesgos, como el de liquidez, se han materializado empeorando la situación de las entidades. Quizás lo más relevante es que el BCB ha comenzado a “contar los dólares” y ha puesto más presión sobre los bancos para que suministren, lo que tengan, al público.

Por otra parte, la mora sigue con pendiente positiva sin miras a bajar, lo que podría ser un problema en el futuro cercano. También, las entidades han seguido con la política de reprogramación, lo que ha permitido retrasar la mora, pero no solucionarla.

Finalmente, la banca experimenta problemas de orden macroeconómico, que tienen más que ver con la desaceleración de la economía, los déficits gemelos (comercial y fiscal) y la consiguiente falta de moneda extranjera que, de no abordarse de forma sistemática y coordinada por parte de las autoridades, la banca podría verse en problemas más serios en el corto plazo.


  1. Por ejemplo, ver aquí, aquí y aquí↩︎

Roger Mario López Justiniano
Economista

Economista especializado en banca y análisis de datos. Mis intereses incluyen el estudio de la macroeconomía, econometría y ciencia de datos.

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