Bolivia

¿Puede el BCB controlar la inflación?

Desde finales de 2023 Bolivia enfrenta un proceso inflacionario acelerado y generalizado, con una inflación interanual de 18,46% en mayo de 2025 y fuertes alzas tanto en bienes transables —afectados por el desdoblamiento cambiario— como en los no transables y la inflación subyacente. El déficit fiscal persistente, financiado por el Banco Central mediante emisión monetaria, ha debilitado el régimen cambiario, erosionado la credibilidad institucional y limitado la capacidad del BCB para controlar la inflación. Sin una consolidación fiscal creíble y la recuperación de la autonomía del Banco Central, las presiones inflacionarias seguirán intensificándose.

Bolivia: Una historia de incontinencia fiscal

En los últimos años, Bolivia ha experimentado una persistente incapacidad para sostener el equilibrio fiscal, agravada por su dependencia de ingresos extraordinarios provenientes de recursos naturales. Además, en los últimos meses la inflación se ha acelerado, sobrepasando los dos dígitos. Esta entrada analiza, desde una perspectiva histórica, cómo los déficits fiscales recurrentes y su financiamiento a través del Banco Central han contribuido a ciclos de inflación. A partir de este diagnóstico, se presentan dos propuestas concretas —una regla fiscal y la reforma del Artículo 22 de la Ley del BCB— como medidas complementarias para fortalecer la sostenibilidad macroeconómica.

La banca en Bolivia a marzo de 2025: apostando por el corto plazo

A marzo de 2025 el sistema bancario boliviano muestra señales claras de una estrategia orientada al corto plazo ante un entorno macroeconómico incierto. La expansión del balance se ha concentrado en inversiones temporarias, particularmente en instrumentos emitidos por el BCB, reflejando una mayor canalización de liquidez hacia esta institución. Mientras tanto, el crecimiento de la cartera de créditos se ha desacelerado (5.4% anual), y los bancos enfrentan dificultades para captar depósitos a plazo, recurriendo cada vez más a cuentas corrientes y de ahorro, más volátiles y sensibles a shocks de confianza. La mora permanece elevada y se concentra en la cartera reprogramada, que sigue representando alrededor del 15% del total. Si bien la rentabilidad del sistema ha mejorado, lo ha hecho apalancada en colocaciones con bajo riesgo y alta liquidez, lo que sugiere una menor intermediación financiera hacia la economía real. En conjunto, el sistema se resguarda, prioriza liquidez, pero sacrifica profundidad crediticia, en un contexto de fragilidad estructural y creciente dependencia del BCB.

¿Qué tan confiable son los datos de Rossi-Hansberg y Zhang (2025) para Bolivia?

En esta entrada evalúo la calidad de las nuevas estimaciones de PIB a nivel granular de Rossi-Hansberg & Zhang (2025), comparándolas con los datos oficiales del INE. A nivel nacional las diferencias son menores al 1%, y aunque a nivel departamental las brechas son mayores, especialmente en algunos casos como Cochabamba o Santa Cruz, las estimaciones han mejorado con el tiempo. Los resultados son prometedores para investigaciones subnacionales en Bolivia.

Nueva estimación del PIB a nivel municipal para Bolivia

Los investigadores Rossi-Hansberg & Zhang (2025) del Becker Friedman Institute han estimado el PIB y el ingreso per cápita a nivel subnacional en todo el mundo entre 2012 y 2021 mediante técnicas de machine learning e información de alta resolución. Esta herramienta representa un avance clave para países en desarrollo como Bolivia, donde la falta de datos dificulta la evaluación de políticas públicas. Al aplicar estos datos a nivel municipal, se observan patrones relevantes en la distribución del ingreso, especialmente en regiones fronterizas y urbanas. Estas estimaciones abren la puerta a investigaciones más precisas y decisiones públicas mejor fundamentadas.

Bolivia: Entre la inflación y la falta de independencia del Banco Central

Bolivia atraviesa una crisis macroeconómica marcada por el aumento de la inflación, la pérdida de reservas internacionales y un déficit fiscal persistente. Tras años de estabilidad impulsada por altos precios de materias primas, desde 2014 el país ha enfrentado una caída en los ingresos por exportación de gas, lo que ha llevado al Banco Central de Bolivia (BCB) a financiar el déficit del gobierno mediante emisión monetaria. Esto ha generado desconfianza en la moneda nacional, un mercado paralelo de dólares y expectativas inflacionarias desancladas. La falta de independencia del BCB agrava la situación, ya que actúa como un brazo del Ejecutivo en lugar de una entidad autónoma. Para restaurar la estabilidad, se requiere disciplina fiscal, independencia del BCB y, en última instancia, considerar la dolarización si no se logra recuperar la confianza en la política monetaria.

La banca en Bolivia al 2024: el BCB tomando mayor protagonismo

Bolivia enfrenta una crisis económica progresiva que se refleja en su sistema financiero. El balance bancario se ha expandido en USD 1.443 millones en 2024, con un aumento en disponibilidades en moneda nacional y una desaceleración en la cartera de créditos (5% anual). La banca ha incrementado su liquidez, trasladando fondos desde inversiones temporarias hacia disponibilidades, mientras que su dependencia del BCB sigue en ascenso. Los depósitos continúan creciendo, aunque con menor dinamismo. La mora ha bajado ligeramente al 3.2%, pero sigue elevada y el 15% de la cartera sigue reprogramada. La rentabilidad mejora gradualmente, aunque aún está por debajo de niveles pre-pandemia. Sin embargo, la persistente fragilidad macroeconómica, marcada por déficits gemelos, escasez de dólares y alta inflación, plantea riesgos para la estabilidad del sector y su capacidad de financiamiento a la economía real.