La banca en Bolivia a junio de 2025: ¿comenzando a financiar al TGN?

Introducción
Como ya es usual desde estas columnas, vamos a analizar el comportamiento del sistema bancario en los últimos tres meses, a partir de la información publicada por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI). Como siempre, el análisis se realiza a partir de los Estados Financieros (EEFFs) de las entidades y a título personal.
Sin embargo, antes de comenzar, conviene señalar el marco macroeconómico en el que se encuentra la actividad bancaria en Bolivia, toda vez que se ha convertido en el tema que aqueja a los bolivianos.
Contexto macroeconómico
La otrora “economía blindada” de Bolivia padece de una crisis de balanza de pagos que tiene como síntoma la escasez de moneda extranjera (principalmente dólares americanos) reflejada en la caída de las reservas internacionales netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB), Además, esta escasez de USDs ha roto el mercado cambiario toda vez que, mientras el tipo de cambio oficial se mantiene en 6.96 Bs/USD, el tipo de cambio paralelo fluctúa en torno a los Bs. 14 por dólar.
Si bien ha habido factores externos que han contribuido a este problema, el déficit fiscal sostenido es el principal causante. A su vez, dado el incremento del riesgo país y la insostenibilidad de las cuentas públicas, el gobierno ha tenido que financiar dicho déficit con créditos del BCB. Así, la imposibilidad de sostener el tipo de cambio oficial combinado con el financiamiento del déficit fiscal por parte del BCB han generado el caldo de cultivo perfecto para una inflación descontrolada que, a junio de 2025, ya alcanzaba el 24% anual1.
Visión general: la hoja de Balance
El Balance General ofrece una fotografía de la situación financiera de una entidad en un momento determinado, reflejando la composición de sus activos, pasivos y patrimonio.
En el caso del sistema bancario, los activos representan los recursos en los que los bancos han invertido, como los préstamos otorgados, los depósitos en otras entidades financieras, así como bienes como edificios y equipos. Los pasivos, en cambio, corresponden a las obligaciones de la banca, incluyendo los depósitos de los clientes, préstamos obtenidos de otras instituciones financieras y otras fuentes de financiamiento. Finalmente, el patrimonio es la diferencia entre activos y pasivos, reflejando los recursos propios de la entidad.
Estructura del Balance General
Para proporcionar una mejor perspectiva, el siguiente gráfico presenta un resumen de la composición del Balance General del sistema bancario en tres momentos clave: el último mes disponible, el mes anterior y la composición del mismo el año previo. Esto permite analizar la evolución de la estructura financiera tanto en el último año como en el mes más reciente:
En primer lugar, respecto a junio de 2024, el balance se ha expandido considerablemente, en casi USD $1.065$ millones, lo que equivale a un incremento de un 2.6%. Sin embargo, respecto al mes pasado, el crecimiento ha sido negativo en USD 95 millones que se deriva de una reducción en las disponibilidades del sector, acompañadas de una reducción equivalente en los depósitos en cuentas corrientes. Esto lo investigaremos más adelante.
Un resumen del crecimiento se puede ver en la tabla a continuación:
Clasificación | Cuenta | Cambio % a 12 meses | Cambio % mes pasado |
---|---|---|---|
Activos | 110-Disponible | -5,8% | -3,3% |
Activos | 120-Inv. Temporarias | 3,3% | 1,7% |
Activos | 130-Cartera | 4,1% | -0,1% |
Activos | 160-Inv. Permanentes | -5,8% | -0,7% |
Activos | 1XX-Otros | 17,0% | 0,5% |
Pasivos | 211-Corrientes | -6,5% | -4,8% |
Pasivos | 212-Ahorro | 8,0% | 0,2% |
Pasivos | 213-Plazo | 0,5% | 0,5% |
Pasivos | 2XX-Otros | 3,4% | 0,4% |
Patrimonio | 300-Capital | 10,0% | 0,9% |
De forma general, se observa un movimiento de la liquidez en disponibilidades hacia las inversiones temporarias, asociado probablemente a los mejores rendimientos que estas ofrecen. Sin embargo, no deja de llamar la atención la abrupta caída de las disponibilidades respecto al mes pasado. Además, contrario al trimestre anterior, se observa un decrecimiento importante de las cuentas corrientes, que se ha compensado con el crecimiento de las cuentas de ahorro en relación a junio de 2024. Es también importante destacar el crecimiento del patrimonio -contable- de la banca.
Estructura por monedas
Otra forma de ver el balance y que puede resultar ilustrativa es diferenciando la proporción de activos y pasivos en moneda nacional de los que se encuentran en moneda extranjera:
Del gráfico anterior se puede observar el proceso de “desdolarización” de la banca. En el último año, la banca boliviana ha devuelto USD 388 millones en moneda extranjera y, aunque contablemente se encuentra en una “posición larga”, es decir, tiene más activos en dólares que pasivos, existen dificultades para acceder a esos recursos. Esto se debe a que una proporción importante de los mismos han sido colocados en el BCB, tanto como requerimientos de encaje legal (clasificados como disponibilidades) como para la constitución para los distintos fondos (CPVIS, FIUSEER, etc.) en garantía para préstamos de liquidez en moneda nacional, contabilizados como inversiones permanentes.
Esto último se evidencia en la siguiente gráfica, donde se presentan exclusivamente los saldos en moneda extranjera:
Nótese que el grueso de los pasivos en moneda extranjera son obligaciones con el público (cajas de ahorro y cuentas corrientes) pero, en contrapartida, los activos en moneda extranjera se clasifican como inversiones permanentes y disponibilidades. Estas inversiones permanentes son, en su mayoría, recursos en dólares que han sido entregados al BCB y, aunque han ido disminuyendo, aún representan un porcentaje importante de los activos en moneda extranjera. Es decir, aún cuando la banca en teoría tiene esos dólares, no puede disponer de ellos porque el BCB no los ha devuelto.
Activos
Los activos de las entidades financieras incluyen el dinero en bóvedas y cajeros automáticos para operaciones diarias, los préstamos otorgados (cartera), las inversiones en instrumentos financieros, y los bienes inmobiliarios necesarios para operar. La cartera sigue siendo el componente más importante, pues es la principal fuente de ingresos para las entidades financieras. Su adecuada originación y gestión son clave para la estabilidad y sostenibilidad del sistema.
El gráfico muestra la evolución de los activos del sistema bancario para algunos años hasta el último mes disponible. Se observa un crecimiento significativo, aunque con ciertas fluctuaciones. Un aspecto relevante es, como se mencionó anteriormente, la mayor preferencia por las inversiones temporarias en detrimento de las disponibilidades:
Visto por entidad:
Del gráfico anterior se observa una caída importante en el activo del Banco Unión respecto a diciembre de 2024, particularmente en sus disponibilidades.
Incidencia en el crecimiento
Otra forma de ver el activo es a través de la incidencia que cada grupo contable tiene en su crecimiento interanual. Esto permite ver cuáles son los grupos que están impulsando el crecimiento del activo y cuáles están contrarrestándolo. En el gráfico a continuación se presenta la evolución de la incidencia de cada grupo contable a partir de enero de 2022:
El gráfico se lee de la siguiente manera. Por ejemplo, entre junio de 2024 y junio de 2025 el activo del sistema bancario se expandió en total en un 2.6%, el cual se puede descomponer entre los grupos contables de la siguiente manera:
Grupo contable | Incidencia |
---|---|
110-Disponibilidades | -0.6% |
120-InvTemp | 0.4% |
130-Cartera | 2.8% |
140-PorCobrar | 0.1% |
150-Realizables | 0.0% |
160-InvPerm | -0.4% |
170-BienesUso | 0.3% |
180-Otros | 0.1% |
Total | 2.6% |
¿Qué se puede inferir de esto? En primer lugar, antes de marzo de 2023, el crecimiento de la cartera de créditos era el principal motor del crecimiento del activo. Es más, se priorizaba la cartera por encima de las disponibilidades. En menor medida, las inversiones temporarias también estaban creciendo. Sin embargo, a partir de marzo de 2023, la tendencia cambió. La cartera comenzó a decrecer así como las inversiones permanentes. En cambio, las disponibilidades y luego las inversiones temporarias tomaron el protagonismo. Esto, como se ha mencionado anteriormente, se debe a la materialización de los riesgos de la economía boliviana, principalmente a la insostenibilidad del tipo de cambio por la drástica reducción de las reservas internacionales del BCB que tuvo como consecuencia la caída del Banco Fassil.
Lo más interesante es que, conforme se van manifestando los síntomas de la crisis, la banca ha optado por priorizar la rentabilidad de los recursos captados en inversiones temporarias y, si bien la cartera sigue creciendo, lo hace a un ritmo mucho menor. Es decir, dada las condiciones macroeconómicas, la banca pone cada vez más énfasis en la rentabilidad de corto plazo, más importante aún debido a que el BCB ha tratado de extraer liquidez del sistema -contrarestando el financiamiento al déficit fiscal- colocando títulos a tasas más altas.
Disponibilidades
Como menciona el Manual de Cuentas
para Entidades Financieras, las disponibilidades se definen como:
Representa el efectivo que mantiene la entidad en caja, los saldos a la vista en el Banco Central de Bolivia, en oficina matriz y sucursales del exterior, en bancos y corresponsales del país y del exterior; así como, la tenencia de metales preciosos. También representa la existencia de cheques, otros documentos mercantiles de cobro inmediato y órdenes electrónicas de pago pendientes de liquidación.
Se debe notar, y aunque su tratamiento está fuera del alcance de esta entrada, la normativa del encaje legal que establece el BCB se aplica sobre los activos líquidos de las entidades financieras, por lo que éstas deben mantener (“encajar”) un porcentaje de los depósitos que reciben en cuentas del BCB. Esta regulación, por tanto, obliga a las entidades financieras a mantener un nivel mínimo de activos líquidos en sus balances proporcionales a la cantidad de depósitos que reciben.
Composición
Como se observa en el gráfico a continuación, las disponibilidades del sistema se han mantenido relativamente estables y en torno a los USD $4.000$ millones, de los cuales aproximadamente un $30%$ se han mantenido en efectivo con el objetivo de mantener la operativa diaria (retiros, cajeros automáticos, etc.). También se observa que, respecto a diciembre de 2024, las disponibilidades se han reducido en USD $800$ millones, principalmente debido a la reducción de las disponibilidades en el BCB.
Visto por entidad:
Del gráfico anterior se infiere que sería el Banco Unión la Entidad cuyas disponibilidades se han reducido en mayor proporción (54% en lo que va del año), aunque otras entidades como el Banco Mercantil o el Banco Bisa también han visto reducidas sus disponibilidades respecto a diciembre de 2024.
Por moneda
Debido a la caída de las RIN antes mencionada y, como consecuencia, la escasez de divisa extranjera en la economía (cf. aquí) se esperaría que las disponibilidades en moneda extranjera se hayan reducido. Esto se observa en el gráfico a continuación:
Inversiones temporarias
De acuerdo al Manual de Cuentas
para entidades financieras de la ASFI, las inversiones temporarias son aquellas:
inversiones en depósitos en otras “entidades de intermediación financiera”, depósitos en el Banco Central de Bolivia y los valores representativos de deuda adquiridos por la entidad; inversiones que han sido realizadas, conforme a su política de inversiones, con la intención de obtener una adecuada rentabilidad de sus excedentes temporales de liquidez y que puedan ser convertidas en disponibilidades en un plazo no mayor a treinta (30) días.
A continuación se revisan con mayor detalle:
Composición
En el gráfico siguiente se muestra la composición de las inversiones temporarias a fin de año y al último mes disponible. Como se indicó anteriormente, se observa la mayor exposición a inversiones en el BCB desde diciembre de 2023, aunque a junio de 2025 se han reducido en aproximadamente USD 600 millones. Esta caída se contraresta con el incremento de las cuentas 124, que registra las inversiones en títulos de deuda emitidos por entidades públicas no financieras nacionales (letras, bonos y otros títulos del TGN, etc.) y la cuenta 127, que registra las inversiones de disponibilidad restringida, que son principalmente operaciones que se han vendido con el compromiso de recomprarlas en un plazo determinado (repos). Los valores que se registran en esta cuenta suelen provenir del BCB o el TGN, entre otros.
Debido a su incremento abrupto y por encima de sus niveles históricos, en la siguiente imagen se muestra la desagregación de la cuenta 124 de inversiones en entidades públicas no financieras (SPNF) en sus subcuentas, que son las siguientes:
Nótese que se observa un cambio en esta cuenta a partir de 2023 y que se ha pronunciado mucho más durante el 2025. Si bien solo son USD 350 millones de exposición de la banca a estas inversiones, esta cuenta, que registra la relación de la banca con el TGN, debe monitorearse con cuidado, toda vez que la sostenibilidad fiscal del TGN es un tema de preocupación en la actualidad.
En el siguiente gráfico se muestra la evolución de las inversiones temporarias por entidad y tipo de cuenta:
Del gráfico anterior se observa que tanto el Banco Mercantil como el Banco Unión, que son las Entidades con mayor volumen de inversiones temporarias, ha incrementado tanto su exposición en las operaciones de disponibilidad restringida (presumiblemente operaciones con pacto de recompra), además de su exposición al sistema público no financiero.
Por moneda
Por otra parte, es interesante analizar las inversiones temporarias por tipo de moneda. En el gráfico siguiente se muestran dichas inversiones de manera diferenciada:
Nótese que, a lo largo del tiempo, las inversiones temporarias se han ido concentrando cada vez más en moneda nacional y en el BCB, lo que puede ser interpretado como una manera de extraer liquidez del sistema financiero. Esto es consistente con la política monetaria del BCB que, al financiar el déficit fiscal, ha ido absorbiendo la liquidez del sistema financiero para reducir las presiones inflacionarias.
Cartera
En esta sección se analizará el comportamiento de la cartera del sistema bancario boliviano. Se debe notar que la cartera es la fuente principal de los ingresos financieros y, sin duda, el principal activo de la banca boliviana.
Crecimiento
Una primera pregunta es cómo ha sido el crecimiento de la cartera en los últimos años. Esto es importante en varios sentidos, debido a que tanto el exceso de crecimiento como la falta del mismo pueden ser considerados como síntomas de otro tipo de problemas. Por un lado, un rápido crecimiento puede ser señal de una expansión crediticia que, si no es bien gestionada, puede llevar a problemas de solvencia en el futuro. Por otro lado, un crecimiento lento puede ser señal de una contracción en la demada agregada que, a su vez, puede ser señal de problemas en la economía real.
En el gráfico siguiente, se observa el crecimiento interanual -mes actual respecto a igual mes del año anterior- de la cartera, exceptuando las previsiones y los cargos devengados por cobrar. Se observa, por ejemplo, la desaceleración en el crecimiento de la misma, que se ha estabilizado en torno al $5%$ en el 2024 y 2025, niveles ligeramente superiores a los observados durante el período de emergencia sanitaria:
Adicionalmente, se observa que la cartera ha crecido fuertemente el segundo quinquenio del 2010 y llegó a su máximo crecimiento aproximadamente en marzo de 2011, fecha en la cual el crecimiento perdió impulso y, aunque se mantuvo en tasas positivas y de dos dígitos, se ha ido desacelerando en el tiempo.
Sin embargo, como se ve a continuación, no todas las entidades del sistema bancario han mostrado una desaceleración en la colocación de créditos:
Del gráfico anterior se desprende que la cartera de créditos ha mostrado una importante desaceleración en la mayoría de las entidades, muchas de ellas incluso creciendo menos que en los primeros meses de pandemia. Esta situación debe monitorearse con especial atención, toda vez que refleja la desaceleración de la economía nacional y, por consiguiente, un menor dinamismo en la demanda de créditos.
Finalmente, en términos de saldos, el gráfico siguiente muestra el incremento mensual de la cartera:
Este gráfico muestra que la cartera de créditos, vista como flujo mes a mes, ha ido contrayendo su actividad en el tiempo, a pesar de que aún se expresa en dólares americanos al cambio oficial.
Crecimiento por tipo de crédito
Finalmente, en cuanto al crecimiento, es interesante ver cómo se comporta la cartera por tipo de crédito. En el gráfico siguiente se muestra el crecimiento interanual de la cartera por tipo de crédito:
Nótese que, al igual como ocurre con la cartera en términos agregados, los distintos tipos de créditos han perdido dinamismo, particularmente el crédito al consumo y el hipotecario. Sin embargo, luego de una caída importante durante el 2023 y el 2024, las carteras Pyme y Empresarial muestran una recuperación importante.
Sobre esto último se debe investigar a mayor profundidad, puesto que el nuevo crédito Pyme y Empresarial, dada las circunstancias, quizás no sea producto de una expansión de la actividad económica, sino más bien para sostener la actividad en este contexto de desaceleración económica2.
Mora
El índice de mora (o mora, como se la conoce coloquialmente) son todas las operaciones que tienen más de 30 días de incumplimiento en sus pagos como proporción del total de la cartera.
En el gráfico siguiente se muestra la evolución del índice de mora desde enero de 2003. Como se observa en la figura, el año 2003 la mora había alcanzado niveles máximos y en torno al 23% lo que sería suficiente como para declarar insolvente al sistema bancario. Se debe recordar que el contexto de la crisis de los 2000s fue especialmente compleja para la economía boliviana.
Posterior a ello, sin embargo, la mora se ha mantenido bajo control. Es así que el 2007 se vuelve a tener una indicador de un dígito y al 2013 se alcanza el mínimo de $1.55%$. Luego de ello la mora ha ido subiendo de forma sistemática pero controlada en torno al $1.8%$ hasta la pandemia, donde las medidas de refinanciación, prórroga y reprogramación del crédito hicieron que el indicador disminuya contablemente.
Luego de la pandemia, la mora ha vuelto a crecer y la tendencia es marcadamente positiva, lo que plantea retos para las entidades y para la regulación y supervisión del sistema financiero. Por ejemplo, si nos enfocamos en los datos a partir del 2015:
Lo que resulta curioso, sin embargo, es que el indicador de mora se haya mantenido comenzado a bajar desde el último trimestre de 2024, aún cuando la cartera -y la economía en general- han perdido dinamismo. Varias explicaciones podrían estar detrás de este indicador, como por ejemplo que las entidades financieras están siendo más cautelosas en la colocación de créditos, o que los clientes están priorizando el pago de sus obligaciones financieras. También, cabe la posibilidad de que una parte de la mora se reprograme y, por lo tanto, no se contabilice como mora.
Finalmente, separando la mora entre aquella que se origina a partir de la cartera reprogramada y la que no, se observa que la mayor parte de la misma corresponde a la primera categoría, es decir, la cartera reprogramada es la que más problemas está generando a las entidades financieras:
Visto por entidad:
Una curiosidad del gráfico anterior es que existen algunas entidades como el Banco Bisa, el Banco Económico o el Banco Prodem que casi la totalidad de su mora está en la cartera marcada como reprogramada. Esto es curioso porque antes de la pandemia la situación era justamente la contraria, es decir, si un cliente no pagaba su crédito era clasificado como moroso, sin pasar por un proceso de reprogramación. Ahora, sin embargo, o la nueva cartera desembolsada no está dando problemas a las entidades, lo cual sería raro dado el contexto, o las entidades están reprogramando la cartera de forma sistemática, lo cual podría ser un problema si la cartera reprogramada no es sostenible en el tiempo. Sobre esto volveremos más adelante.
Complementariamente, podemos ver la mora por tipo de crédito, lo que permite identificar problemas en subsegmentos de los deudores del sistema bancario:
Nótese que, con excepción del crédito a Empresarial, la mora se ha incrementado de forma importante en los distintos segmentos de la cartera, especialmente en crédito hipotecario y pyme.
Finalmente, también se puede ver la mora por entidad y por tipo de crédito:
Cartera reprogramada
La cartera reprogramada, más propensa a caer en impago, se mantiene en torno al $15%$ del total de la cartera y aunque algunas entidades han tratado de reducir la misma, otras han mantenido la política de reprogramaciones. Así, sigue siendo válido lo que indicaba el año pasado en donde argumentaba que "[…] en años pasados, una operación se reprogramaba cuando el titular indicaba que, por alguna razón quizás coyuntural, no iba a poder hacer frente al pago de sus obligaciones. Caso por caso, las entidades decidían si modificaban el plan de pagos original ya sea reduciendo tasas, alargando plazos o reduciendo la cuota para evitar que la operación se deteriore en el tiempo. Sin embargo, dado que el cliente actualmente no puede pagar hace más riesgoso que lo pueda hacer en el futuro.".
En primer lugar, la cartera reprogramada ha ido disminuyendo en los últimos meses toda vez que parte de la cartera está madurando y, adicionalmente, que la cartera en general continúa creciendo:
Nótese que, el problema de la cartera reprogramada es que es más propensa a caer en mora, toda vez que ya ha dado indicios de dificultades para el pago. Asimismo, es importante monitorear no solo la cartera reprogramada con problemas sino la totalidad de la misma. En el siguiente gráfico se muestra, por ejemplo, la cartera reprogramada pero en millones de USD, diferenciando por el estado de la misma:
En este sentido, donde está el problema es en la cartera reprogramada vigente, que sería la próxima en la lista en caer en mora y que, para el caso de algunas Entidades, sigue creciendo.
Inversiones permanentes
El Manual de Cuentas
para Entidades Financieras establece que las inversiones permanentes:
Comprende los depósitos en entidades de intermediación financiera, depósitos en el Banco Central de Bolivia, valores representativos de deuda adquiridos por la entidad y certificados de deuda emitidos por el sector público no negociables en bolsa. Estas inversiones no son de fácil convertibilidad en disponibilidades o siendo de fácil liquidación, por decisión de la entidad y según su política de inversiones, se manifieste la intención de mantener la inversión por más de 30 días.
Composición
En el gráfico siguiente se observa la composición de dichas inversiones por tipo de cuenta:
Nótese que la mayor concentración se encuentra en la cuenta 167 que son las inversiones de disponibilidad restringida, que registra “inversiones en títulos valores emitidos por entidades nacionales o extranjeras […] que a la fecha de la información su disponibilidad esté restringida, debido a que sobre estos títulos se ha suscrito un contrato de venta con pacto de recompra, se los ha afectado al encaje adicional, se los ha dado en garantía […]”.
Visto por entidad:
Estas inversiones permanentes se concentran principalmente en los aportes a los Fondos CPVIS, CAPROSEN, FIUSEER, etc. que gestiona el BCB y que se constituyeron con la reducción del encaje legal en moneda extranjera para las Entidades de Intermediación Financiera. Estos fondos, que tienen que ser devueltos en dólares americanos a las Entidades, todavía no han sido devueltos en su totalidad, lo que ha generado cierta preocupación en el sistema financiero.
Pasivos
Los pasivos representan una fuente de financiamiento de las entidades financieras y es parte vital para su buen funcionamiento. Los pasivos son las obligaciones (deuda) que los bancos tienen con el público (los depósitos), con las empresas (cuentas corrientes) y, también, con inversores institucionales.
En los últimos meses ha habido bastante especulación respecto a la capacidad de los bancos para devolver el dinero al público con lo cual parte de los usuarios se han aproximado a las entidades a pedir sus fondos de vuelta. Esto ha planteado retos a las entidades, pues han tenido que buscar, en muy corto plazo, fondos para devolver a los ahorristas.
En el siguiente gráfico se observa la evolución del pasivo del sistema bacario con corte a cada diciembre desde el 2015 y, adicionalmente, se muestra el último trimestre de información disponible.
Nótese que, a partir en diciembre de 2023, se observa un incremento en la cuenta 280 reservada para las empresas públicas. Esto se debe a una reclasificación contable desde las AFPs hacia la Gestora Pública que administran los fondos de pensiones. Como es evidente, casi el $40%$ del fondeo de la banca se encuentra concentrado en una sola entidad, lo que plantea problemas en la gestión de la liquidez, toda vez que le otorga un poder de mercado significativo. Esta reclasificación contable, sin embargo, fue revertida, no pudiendo identificarse, con la información disponible, la importancia de la Gestora en el fondeo de la banca.
Del gráfico anterior resalta que, durante el año, el pasivo del sistema bancario ha decrecido en USD $357$ millones respeco a diciembre de 2024. Si los bancos no pueden captar fondos del público, entonces no pueden sostener la colocación de la cartera de créditos, principal negocio y fuente de ingresos. Las opciones que tienen, por tanto, son subir las tasas de interés para atraer depósitos o negociar directamente con la Gestora Pública para obtener liquidez, también subiendo tasas. De cualquier manera, debido a las tasas de vivienda social y crédito productivo que se encuentra fijas, subir tasas pasivas significará una reducción en la rentabilidad de los bancos.
Alternativamente, se puede reclasificar el pasivo y mostrarlo por tipo de depósito:
Del gráfico anterior podemos ver que las cuentas corrientes, principalmente abiertas por empresas, han experimentado una contracción importante en lo que va del año. Las demás cuentas se han mantenido relativamente estable.
Crecimiento
¿Cómo ha evolucionado el pasivo del sistema bancario? De forma general, el pasivo de la banca ha seguido creciendo comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, pero las tasas son decrecientes:
Viendo los datos de crecimiento interanual pero por entidad:
Del anterior gráfico se observa que, en general, las entidades están experimentando dificultades para atraer fondos y, aunque todavía algunas entidades se encuentran creciendo respecto al mes igual del año previo, otras han visto su pasivo contraerse.
Incidencia en el crecimiento
Al igual que se hizo con el crecimiento del activo, es posible descomponer el crecimiento del pasivo. En el gráfico siguiente se muestra dicha evolución desagregada por tipo de cuenta. Esta evolución es el espejo de la evolución del activo:
¿Qué se puede inferir del gráfico anterior? Antes de marzo de 2023 eran los depósitos a plazo fijo los que lideraban el crecimiento del pasivo, seguido por las cuentas de ahorro. Este tipo de depósitos, aunque más caros, son más estables y le permiten a la banca calzar mejor los plazos de la cartera de créditos. Sin embargo, a partir de marzo de 2023 y durante todo el año, las cuentas corrientes mostraron un crecimiento negativo. Conforme se acercaba el fin de año, también los depósitos a plazo fijo comenzaron a mostrar un crecimiento negativo. A partir de abril de 2024, sin embargo, el pasivo a vuelto a crecer, pero el crecimiento viene liderado por las cuentas corrientes y, en segundo lugar, por las cajas de ahorro. Esta situación, si bien no es mala per se, expone a la banca a un riesgo de liquidez mayor, toda vez que las cuentas de ahorro y corriente son más volátiles que los depósitos a plazo fijo y son susceptibles a ser retiradas ante cualquier shock que pueda afectar la confianza de los ahorristas. Esto, por ejemplo, se vio reflejado el año 2023.
En la siguiente tabla se puede ver el crecimiento interanual para el último mes disponible, descompuesto por tipo de depósito:
Tipo de depósito | Incidencia |
---|---|
211-Corrientes | -0.9% |
212-Ahorro | 1.9% |
213-Plazo | 0.2% |
2XX-Otros | 0.9% |
Total | 2.1% |
Estado de resultados
Finalmente, aunque no se entrará en el detalle, se presentan los resultados financieros para el sistema bancario boliviano con corte a septiembre para los tres últimos años:
Se observa, por ejemplo, que la magnitud del negocio ha crecido en los últimos años y que, a junio de 2025 el sistema bancario ha mostrado un resultado neto comparativamente mejor respecto a igual mes en años previos. Sin embargo, estos resultados deben ser tomados con cautela, puesto que se deben ajustar por inflación y por el tipo de cambio y compararse en función al capital (y riesgo) que se toma.
Dicho lo anterior, se observa un ligero movimiento en la fuente de ingresos, desde los financieros (cartera) a los operativos (comisiones) que tienen su correspondiente movimiento en los costos. Es más, en el caso de los ingresos y gastos operativos, si bien ambos crecen, los gastos lo hacen a un ritmo mayor.
Conclusiones
Las conclusiones son similares a las del anterior trimestre, con algunos matices:
1. Mayor concentración del negocio bancario en el corto plazo: La composición del activo bancario revela una creciente preferencia por instrumentos de corto plazo, especialmente las inversiones temporarias. Estas han ganado relevancia como proporción del total del activo en detrimento de la cartera de créditos, reflejando un cambio de estrategia de las entidades financieras hacia activos más líquidos y menos riesgosos. Este comportamiento está fuertemente motivado por el entorno macroeconómico desafiante, donde las expectativas de riesgo y liquidez son particularmente sensibles.
Adicionalmente, se ha visto que algunas entidades han incrementado su exposición a instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro General de la Nación (USD 350 millones en a junio de 2025) lo que, en el contexto actual con un fisco con problemas importantes, puede implicar un riesgo adicional para la estabilidad financiera del sistema bancario.
2. Preferencia creciente por el Banco Central de Bolivia como contraparte: Las cifras muestran una fuerte canalización de los excedentes de liquidez hacia el BCB, tanto en disponibilidades como en inversiones temporarias y permanentes. La banca ha concentrado su liquidez en instrumentos emitidos por el BCB —incluyendo aquellos registrados como “reservas complementarias” o “otros”— que no siempre son totalmente transparentes. Esto implica una mayor exposición institucional a una sola contraparte y una menor diversificación del riesgo de contraparte en el portafolio bancario.
3. Desaceleración del crédito y aumento de riesgo en la cartera reprogramada: El crecimiento de la cartera de créditos se ha moderado de forma sostenida, ubicándose en torno al 5%, y presenta una mayor vulnerabilidad, evidenciada en el incremento del índice de mora, particularmente en la cartera reprogramada. La cartera reprogramada representa un porcentaje relevante del total (alrededor del 15%) y continúa generando problemas de repago, lo cual constituye un riesgo latente para la estabilidad financiera si no se gestiona adecuadamente.
4. Fondeo bancario más volátil y vulnerable a shocks de confianza: Por el lado del pasivo, éste ha decrecido en USD 358 millones respecto a diciembre de 2024. Si bien ha seguido creciendo en términos interanuales, lo ha hecho con una composición cada vez más inclinada hacia cuentas de ahorro y corrientes, aunque estas últimas también han mostrado una caída importante respecto al cierre de 2024. Esto expone a las entidades a riesgos de liquidez mayores, dado que estas fuentes de fondeo son más susceptibles a retiros ante eventos de incertidumbre.
5. Desintermediación financiera: La combinación de menor crecimiento en la cartera, mayor exposición al BCB, y crecimiento de instrumentos financieros internos puede estar generando una forma de desintermediación financiera. Es decir, la banca estaría dejando de cumplir plenamente su función de canalizar el ahorro hacia la inversión productiva, y en su lugar se estaría posicionando como un inversor institucional más que como un prestamista a la economía real.
En esta entrada se indiga un poco más sobre ello. ↩︎
Otra hipótesis sería que las empresas que tienen acceso a dólares americanos están tomando créditos en moneda nacional que, dada la inflación y la devaluación, luego podrían repagar con menos divisa. Sin embargo, no se tienen datos desagregados a este nivel para corroborar esta explicación. ↩︎